domingo, 4 de enero de 2015

Grito...

¿Ahora qué hago?

Si me encuentro entre paredes que trazan limites sin contemplación, si no puedo correr y alcanzar lo que más quiero vivir, cuando las esperanzas están contadas y el miedo te ahoga en su incertidumbre.

Grito a la nada cuantas injusticias llevo cruzadas, grito al desespero de un futuro incierto, donde la protagonista es la muerte y yo su encuentro. Estoy enterrada en estos días de desolación, la tristeza se hace inmensa como ese telón donde cada vez que sonreía se abría en dos y dejaba cantarle a la dicha de una noche soñada y un día sin prisa.

La soledad es cada vez una daga clavada en la espalda, empieza a ser otra tortura lenta, quiero caminar sin parar poder decirle a la existencia que voy a triunfar... que voy a salir de este espejo lleno de oscuridad, que danzaré muy alegre de la mano de ese personaje que hace delirar.

Cada día que pasa la sonrisa se marchita, tengo un pensamiento de esos que motiva a seguir sin dudar pero a veces la desdicha aplasta sin avisar, soy solo un error que esta sobrando ya.... tal vez irse es la solución tal vez perderse es lo mejor.

Pero de algo estoy segura que sonreír y amar son el motivo y la excepción de seguir en esta aventura sin color.



1 comentario:

  1. Si, hay que sonreir. Yo creo que la esperanza existe a pesar de esas paredes, a pesar de que el peso de nuestras soledades parezca insoportable, a pesar de que sentimos que el corazón está envuelto en una nube gris, a pesar de todo, del país, de las circunstancias, hay algo que nos impulsa a seguir adelante, algo por lo cual luchar, a veces es claro, la mayor parte del tiempo no lo es, pero es como un trozo de madera en medio del oceáno. Que el naufragio no nos venza. Feliz noche.

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